Curso de composición

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Bienvenido al curso de composición de la Wikiversidad en español.

La composición es el arte de crear música: de hacer que sonidos se traduzcan en emociones e ideas que muevan, inspiren personas. Pero hacer eso es un tanto complicado, y requiere de paciencia e inspiración suficiente para aprender las áreas que mejor permiten la comunicación tan abstracta que es la música: armonía, contrapunto e instrumentación son ejemplos estelares de cómo la combinación de teoría y práctica puede llevar a composiciones magníficas, conmovedoras e impresionantes.

Por eso, este curso de composición tiene como objetivo que el lector interesado en música eleve su praxis y que pueda tener la capacidad de componer piezas que tengan gran emoción, de manera que pueda usar la música como medio de comunicación.

Se agradecen todas las críticas y aportaciones de todos los voluntarios.

Forma musical[editar]

Tradicionalmente a los compositores se nos llama creadores. Esto puede parecer indiscutible, empezamos con una hoja (o fichero) en blanco y acabamos con un pedazo de música reproducible (la partitura la reproducen instrumentistas y el fichero lo reproduce un ordenador).

Bien, pero ¿es cierto que empezamos con la hoja en blanco? Definitivamente no. Cualquiera que se acerque a componer recibirá de sus profesores y de los libros una serie de herramientas que el compositor usará como base y guía para crear música: escalas, texturas, contrapunto, armonía, instrumentación, etcétera.

Podemos hablar, por tanto, de organización y de estructura en la música: la combinación adecuada de las varias partes de la música lleva a la creación de piezas y canciones que tienen la capacidad de expresar o comunicar una idea, un sentimiento, una emoción, entre otros posibles contenidos.

Ahora bien, citemos al compositor y musicólogo revolucionario Arnold Schönberg: "Sin organización, la música sería una masa amorfa, tan ininteligible como un ensayo sin signos de puntuación, o tan inconexa como una conversación que salta sin propósito alguno de un tema a otro. Los requisitos fundamentales para la creación de una forma inteligible son la 'lógica' y la 'coherencia'. La presentación, desarrollo e interconexión de las ideas deben estar basadas en un 'parentesco' o 'relación'. Las ideas deben diferenciarse según su importancia y función.". Ahora comprendemos el porqué de la forma musical, y una idea básica de cómo hacer una.

Durante el periodo de la práctica común, esto es, durante la etapa donde se creaba la música que usualmente llamamos "clásica", las estructuras eran bastante más rigurosas que hoy en día, puesto que existían formas ya definidas, en cambio eran los compositores quienes alteraban las formas estrictas ya existentes a su gusto. Algunas de las formas de aquella época eran la forma sonata, la suite, la gavota, el rondó, la sinfonía y el poema sinfónico. Si el lector observa cualquier libro un tanto formal de música, encontrará nomenclatura escrita como ABA, ABA', ABACA, o las palabras "exposición", "transición", "desarrollo", "exposición", "coda" e "introducción".

Empecemos con la nomenclatura común: A, B, C, D, etcétera. Las letras del abecedario en mayúsculas, usadas en algún texto sobre forma musical, hacen referencia a una parte de la forma musical; cuando una parte es repetida o alterada, se usa el signo de comilla simple para denotarlo, por ejemplo, si se lee a b a', se entiende que la segunda parte es una repetición de la primera, en especial en situaciones como a a', donde puede ser un poco confuso. Una característica del periodo común es que existen varias partes de una estructura o forma más grande, es por esto que hay obras que están dividida en movimientos, y a su vez cada movimiento tiene una forma específica. A la estructura más grande de una obra, como una sinfonía o sonata, se le llama "gran forma", y está dividida en partes llamadas movimientos; en cambio, a la estructura de cada movimiento individual se le llama "pequeña forma".

Entonces, ya podemos usar la nomenclatura que apenas vimos para describir una obra. Hay que distinguir de si hablamos de pequeña forma o gran forma en el momento que comenzamos a discutir la forma de algo, puesto que existen pequeñas formas que tienen de nombre "gran forma musical", como "gran forma rondó"; hablando sobre una pequeña forma, una muy común es la forma ternaria, que tiene la estructura ABA. Esta estructura presenta un tema: una idea musical, una melodía que caracteriza una parte de la forma, por ejemplo, en el cuarto movimiento de la novena sinfonía de Beethoven (aunque le presento esto al lector como ejemplo por lo simple y poco intimidante que es la melodía del tema, lo cierto es que la novena sinfonía de Beethoven tiene una forma musical complicadísima de descifrar, que es un reto hasta para el más estudioso académico):

El tema de la novena sinfonía del compositor Ludwig van Beethoven es un ejemplo de un tema que caracteriza una parte de una obra musical.
Ejemplo de un tema que caracteriza una parte de una obra musical.

Esta melodía caracteriza toda una parte de la forma de la novena sinfonía (existen formas aún más específicas de cómo es un tema, aunque se puede resumir en que un tema debe constar de dos partes: una "pregunta" y una "respuesta", de manera que existan dos melodías que sea posible escucharlas juntas porque son parecidas, pero suficientemente diferentes como para que haya contraste entre una y otra), y por lo tanto, puede representar la parte de la forma a través de una letra del alfabeto en la escritura antes mencionada. Sin embargo, esto no significa que esta sea la única melodía que suena: en una pieza orquestral, como lo es la novena sinfonía, es casi imperativo que exista más de una melodía sonando al mismo tiempo que esta que llamamos "principal", sin embargo, estas otras melodías siguen las reglas de armonía y contrapunto en base a este tema, puesto que, generalmente, no interfieren con la importancia del tema principal. En otras palabras, si resalta mucho, probablemente es el tema principal.

Volviendo a Schönberg, porque la forma permite que exista inteligibilidad y coherencia, el cumplir esos requisitos o no hacerlo, en base a si el compositor decide que le es útil tales características en su obra, no depende de la existencia de formas rígidas y estrictas. Podemos poner como ejemplo a las "fantasías", una forma musical mucho más libre para el compositor en cuanto a estas estructuras temáticas; o el "preludio" moderno, que surge como una manera de tener una pieza formal que sea de especialmente corta duración. El romper las "reglas" de la forma y experimentar con cosas nuevas es correcto y apreciable, pero es mejor si se sabe porqué y cómo hacerlo.

Por esto, es común que piezas que sean más libres y experimentales en su uso de la forma se remitan a sustituir las capacidades de la forma estricta al satisfacer unas características que les permiten tener coherencia, carácter e inteligibilidad, mientras se escapan de la rigidez y se mantienen líquidas. ¿Cómo podemos lograr esto?

Es posible tener coherencia siguiendo las formas temáticas, de manera que un tema se vaya modificando a medida que avanza la obra, manteniendo así cierta conexión con el material con el que comenzó. Existe la forma motívica, donde un pequeño núcleo melódico, con características rítmicas cognoscibles y diferenciables de otro (por ejemplo, tres notas que van a una velocidad de 180 bpm) va apareciendo y se modifica, al igual que junta con otros, de manera que la coherencia exista por repetición. También se puede realizar una mezcla de estas dos maneras, si el compositor piensa que es adecuado.

El carácter se refiere a la emoción o sentimiento general de la pieza, si es triste, alegre, enojada, melancólica o ambigua. Es más complicado dar reglas o consejos en cuanto a esto, cada individuo tiene su propia forma de pensar e interpretar una misma melodía, de manera que si para una persona es alegre, para otra puede ser melancólica; el compositor debe tener esto en cuenta. Uno de los consejos más comunes de la época de la práctica común es el uso de contraste para obtener fuerza emocional, se puede comprender esto como "uno sólo aprecia los momentos buenos cuando ha pasado por momentos malos" aplicado a música; Beethoven es un gran ejemplo de esto, la quinta y novena sinfonía comienzan de manera mucho más oscura a como terminan, y Mahler rápidamente usa el contraste en el primer movimiento o primera parte de su tercera sinfonía.

La inteligibilidad se logra manteniendo un ritmo armónico no muy caótico (que los cambios en la armonía, como los acordes o sus inversiones no sucedan demasiado a menudo) y reservarse a la hora de contraponer varias melodías al mismo tiempo: el cerebro humano no tiene la capacidad de darle la suficiente atención a demasiadas cosas al mismo tiempo, por lo que mantenerse reservado en cuanto a qué está manteniendo la atención del oyente en cada momento es una de las mejores maneras de mantener la inteligibilidad.

2ª Clase; Parámetros y transformaciones[editar]

Si nos fijamos en un objeto sonoro veremos que tiene varias capas que se pueden "editar" individualmente: Dinámica (más fuerte o más suave) Articulación (notas más largas, más cortas o ligadas,etc) Alturas (Do re mi, mi re do, etc) y Ritmo ( ta tacata )

Recordemos que también, componer es la inclusión de sentimientos, maneras de pensar y estados de ánimo en las notas y sus duraciones.

3ª Clase; Transformaciones elementales I[editar]

Hay dos tipos de transformación que son los más elementales.

  • Retrogradación
  • Inversión

La retrogradación se lleva escribiendo nuestro objeto de atrás hacia adelante. Ej. Objeto: do re mi fa,...Objeto retrogradado: ...fa mi re do.

La inversión se lleva a cabo cambiando el sentido del objeto en vertical, lo ascendente se vuelve descendente y viceversa. Ej objeto: do mi re fa,... Objeto invertido: ...,do la si sol

Notas y referencias[editar]

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