Las formas elementales de la vida religiosa

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Las formas elementales de la vida religiosa

Título Las formas elementales de la vida religiosa
Autor Émile Durkheim
Año 1912

Introducción. Objeto de nuestra investigación: sociológica religiosa y la teoría del conocimiento[editar]

I. Tema principal del libro[editar]

Sistema religioso más primitivo:

  • Condición 1: sociedad con la organización más simple
  • Condición 2: explicable sin tomar términos a préstamo de religiones anteriores.
  • Es la más apta para comprender la naturaleza religiosa del hombre.
  • No puede descansar en el error: no existen las instituciones equivocadas, toda religión se sustenta en la realidad.
    • Aunque parezcan aberrantes, debajo del símbolo hay que saber encontrar la realidad simbolizada que le da su significación verdadera.
    • No hay religiones falsas, pero sí hay superiores, aquellas mejor sistematizadas
  • Se escoge por razón metodológica.
    • En términos históricos, lo anterior explica la génesis etiológica.
    • Metáfora biológica de los organismos unicelulares
  • Todas las religiones tienen elementos comunes. Pero las semejanzas externas suponen otras profundas, hay una serie de representaciones fundamentales y de actitudes rituales que, más allá de sus revestimientos, operan siempre de forma idéntica y su significación es la misma.
    • Las religiones complejas están tan encabalgadas con rasgos heteróclitos que es imposible discernir lo común a todos.
  • Las religiones más simples son claras porque
    • Las individualidades están menos desarrolladas
    • Las circunstrancias exteriores son homogéneas
    • El grupo se homogeiniza intelectual y moralmente
    • Todo está estereotipado, las diferencias aparecen reducidas al mínimo.
    • Lo accesorio no ha emergido para ocultar lo fundamental.
    • Los hechos están más mediatos a sus móviles.

La intención es encontrar la causa siempre presente de la que depende la religión, buscas los elementos permanentes en todas las religiones. Estas causas aparecen más claras en tanto más primitiva es la sociedad estudiada.

II. Tema secundario de investigación[editar]

Esta investigación excede a lo religioso. Los primeros sistemas de representación son de origen religioso.

Nuestras categorías del entendimiento (Aristóteles: tiempo, espacio, género, cantidad, causa sustancia, personalidad) delimitan nuestro pensamiento. Son el esqueleto de la inteligencia. Son producto del pensamiento religioso.

  • Tiempo. El tiempo se constituye colectivamente, en la periodización de ritos, fiestas, actividades colectivas.
  • Espacio. El ordenamiento espacial del mundo también tiene una causa social, la organización social (ej zuñi) es el modelo de la organización espacial.

Corrientes en el problema del conocimiento.

  • Aprioristas o racionalistas. Las categorías no pueden derivarse de la experiencia, son anteriores a esta. La razón es el conjunto de estas categorías fundamentales.
    • Crítica: no consiguen explicar a la razón
  • Empiristas. Las categorías serían elaboradas por la experiencia del individuo.
    • Crítica: no se explica la universalidad de las categorías. Son independientes de cualquier sujeto individual
  • Durkheim: Teoría sociológica del conocimiento. Explicación sociogenética de las categorías del entendimiento. La sociedad, siendo un elemento sui generis, provee condiciones singulares, y las representaciones que la expresan tienen un contenido distinto que el de las individuales. Las representaciones colectivas son producto de una inmensa cooperación, formando un capital intelectual particular. Hay un carácter necesario en pensar estructurando categorías, no puede el sujeto liberarse sin más de este formato de comprender el universo. Por otro lado, desplegar las categorías originadas en el ámbito de lo social a fenómenos de otro orden no es caer en la mera metáfora, la sociedad también es un reino natural y puede esperarse que su dinámica sea idéntica a la de otros reinos. Las reflexiones sociales pueden ayudarnos a meditar sobre otros asuntos. En fin, Durkheim deja a la razón su poder específico, pero sin salir del mundo observable.

Capítulo I. Definición del fenómeno religioso y de la religión[editar]

Es necesario ubicar una serie de signos exteriores y comunes que permitan reconocer el fenómeno religioso. Utilizando un método comparativo de la religión en su realidad concreta, tomando los sistemas religiosos del presente y los del pasado.

En un principio, pueden abordarse algunas nociones corrientes de religiosidad.

  • Referente a lo sobrenatural. La religión sería especulación sobre lo que excede al pensamiento (Spencer, Max Müller).
    • Crítica: no es por falta de recursos del intelecto que el hombre primitivo elabora una religión que explique lo sobrenatural, sus explicaciones para ellos son lo más natural del mundo.
    • Para hablar de sobrenatural debe preexistir un orden natural que funcione con leyes.
    • A las religiones no les compete explicar lo que es excepcional en las cosas, sino sus regularidades
  • Estructurada en torno a una divinidad.
    • Crítica primera: se dejan afuera a las almas y espíritus.
    • Religiones como el budismo o el jainismo no tienen dioses.
    • Incluso en religiones deístas, hay ritos sin mediación de los dioses.
      • Todas las prohibiciones
      • Los ritos positivos como el sacrificio que opera automáticamente.

III. Búsqueda de una definición positiva[editar]

Existen dos tipos de fenómenos religiosos:

  • Ritos. Modos de acción determinados.
  • Creencias. Estados de opinión, consisten en representaciones colectivas

El rito no puede definirse más que en función de la creencia. La creencia religiosa supone siempre una clasificación de las cosas en dos géneros opuestos, lo sagrado y lo profano.

Lo sagrado:

  • En la jerarquía de los seres, es superior en dignidad y poder que las cosas profanas. Pero este criterio no siempre es preciso. Lo sagrado se define respecto a lo profano por su heterogeneidad absoluta. Son dos categorías radicalmente opuestas entre sí, de géneros diferentes. La manera en la que se produce el tránsito de los seres de un reino a otro evidencia su dualidad estricta. Los ritos de iniciación implican una transformación substancial del sujeto.
  • La singularidad de la distancia que aleja a lo sagrado de lo profano proscribe toda contigüidad que implique un contagio por parte de lo profano, o el contacto de lo profano con impunidad. La puesta en contacto debe ser siempre una operación delicada, a riesgo de alterar el estado natural.
  • Lo sagrado es a lo que las prohibiciones protegen, lo profano es a lo que las prohibiciones se aplican.

Entonces:

  • Las creencias religiosas son representaciones que expresan la naturaleza de las cosas sagradas y las relaciones que sostienen, ya sea entre sí o en referencia a las cosas profanas.
  • Los ritos son reglas de conducta que prescriben como debe comportarse el hombre en relación a las cosas sagradas.
  • Cuando un conjunto de cosas sagradas sostienen entre sí relaciones de coordinación y subordinación de forma que constituyen un sistema, el conjunto de creencias y ritos correspondientes constituye una religión.

IV. Necesidad de otra característica para distinguir a la magia de la religión[editar]

La magia también estaría constituida por creencias y ritos. Pero las creencias propiamente religiosas son siempre comunes a una colectividad que se adhiere a ella y practica los ritos correspondientes. El conjunto de individuos que forman parte de esta colectividad y conciben una misma forma de representarse el mundo de lo sagrado respecto a lo profano se denomina Iglesia. El mago tiene clientela, no iglesia, la relación con sus seguidores es accidental y estos no remiten a una comunidad moral. La definición consagratoria de lo religioso sería la siguiente: una religión es un sistema solidario de creencias y de prácticas relativas a las cosas sagradas, es decir separadas, interdictas, creencias y prácticas que unen en una misma comunidad moral, llamada Iglesia, a todos aquellos que se adhieren a ellas.