Lógica/Lógica, lenguaje y creencia

De Wikiversidad

¿Dónde está la verdad?[editar]

Un estudiante muy listo, pero muy vago, llevaba a casa unas notas fatales. Astutamente para afrontar la situación con su padre le dijo: "Es que sólo aprueban los que hacen la pelota al profesor".

Acerca de nuestras creencias y el sentido de la lógica y el lenguaje, puede uno situarse como si fuera el padre del estudiante, y considerar estas dos posturas.

PADRE TIPO 1. "Muy bien, hijo; tú no tienes por qué hacer la pelota a nadie".

PADRE TIPO 2. "¿Eso qué tiene que ver contigo?. Tú lo que tienes que hacer es estudiar, y los que quieran hacer la pelota que la hagan que eso no es tu problema. Tu problema es aprobar estudiando y no me vengas con cuentos. Los que hagan la pelota que aprueben, pero los que estudian no solo aprueban sino que sacan notables y sobresalientes".

¿Podrías indicar si la respuesta adecuada a lo que dice el chico es la del padre tipo 1 o la del tipo 2 o ninguna de las dos?, justificando la respuesta que creas adecuada como lógicamente correcta.

Creencias[editar]

¿Qué significa "creencia"? Algunos creen en los fantasmas, otros en que su madre es su madre, otros en San Antonio, también creo que "mañana va a llover", y probablemente no sé de dónde he inferido esas creencias ni por tanto con qué contradicción las puedo enfrentar para poder tenerlas como verdaderas o falsas. He visto muchas veces a quien ha pedido a San Antonio una merced que no ha logrado, pero sigue pidiendo nuevas mercedes creyendo en su intervención.

Sobre las creencias construimos toda nuestra vida y por tanto también nuestra lógica. Cuando pensamos en la lógica tenemos ya un montón de creencias previas, con su lógica natural e inconsciente incorporada, por más que, luego, podamos llegar a la conclusión de que algunas creencias, por muy importantes que sean en nuestra vida, no son precisamente coherentes con otras creencias.....incluso puede que sean tan evidentemente inconsistentes que tengamos que cambiarlas por otras.

Descartes pretendió construir todo desde cero; se puso a dudar de todo y llegó a una creencia que consideraba que no se podía dudar de ella, y que ha dado mucho que hablar: "pienso, luego existo".

Desde luego es una creencia indudable, pero da poco de sí como no encontremos algo más en qué apoyarnos. Es lo que se ha llamado solipsismo. La lógica, en ese supuesto, es una coherencia con la propia conciencia, porque sobre ese solo principio no se puede conocer más que lo que sucede en la propia conciencia.

Todos conocemos a algunas personas cuya lógica consiste en lo que concuerda con su propia creencia sobre cualquier tema, es decir su propia conciencia, sin capacidad de enfrentar la creencia previa con la realidad considerada como independiente de su modo de conocerla y creerla. No deja de ser una forma escondida de solipsismo.

Descartes encontró una salida a través de Dios. Pero para eso hay que tener una creencia previa en Dios; en otro caso no se puede salir de la propia conciencia.

El argumento que utiliza Descartes para demostrar la existencia de Dios no es admisible por la lógica. Es el llamado Argumento Ontológico.

La existencia de Dios no parece tan evidente como principio, ni aparece de forma natural sino más bien cultural, como un elemento integrado en la propia cultura; lo mismo que el lenguaje y tantas creencias previas sobre las que estamos haciendo esta consideración.

Pero..... existir pensando se da ya, y necesariamente, en un mundo conocido como existente, y en el que creemos de forma natural tanto como en la propia existencia del yo.

De modo que, corrigiendo a Descartes, la relación yo mundo-que-me-rodea es la creencia que tomamos como punto de apoyo de todo:

Nuestra creencia fundamental.

Ahí está el fundamento de la lógica de nuestra propia existencia, de nuestro pensamiento y de nuestra acción, y si la lógica es algo no puede partir al margen de esa creencia.

Dudar de esto, no sólo es difícil, …….parece imposible dudar de ese fundamento y mantenerse en una consistencia que permita llevar un modo de vida lógico y aceptable en una comunidad.

Y ese mundo, en el que uno cree, lleva consigo sus creencias, y quizás sea mejor empezar contando con ellas. Las que sean, porque desde ellas es desde donde empezamos a ejercer la lógica.

Las primeras relaciones lógicas las establecemos sin darnos cuenta. Seguramente cuando el recién nacido empieza a mover los brazos está conociendo, sin saberlo, que a la derecha hay una cosa que suena; es el sonajero que su madre le coloca a ese lado de la cuna. Cuando quiere oír el tintineo del sonajero mueve la manita hacia ese lado y coge el sonajero. ¿Por qué lo hace una y otra vez? Porque cree, sabe que el sonajero está allí. Y aunque no conozca qué es la derecha, ni lo que es un sonajero, cree que eso que quiere y suena está ahí; a diferencia del otro lado donde su madre le coloca el chupete. De forma que sin conocer lo que es la derecha y la izquierda, y sin conocer lo que es una condición, cree, es decir, sabe lo que tiene que hacer: Si quiero sonajero muevo esta mano para allí; Si quiero el chupete, muevo la otra mano para allá. Y ese creer, querer y actuar va formando el concepto de mundo del niño y ese concepto, y el mundo como tal en el que cree y actúa, encierra una lógica consistente, y en ella se van fundando nuevas creencias.[1]

Quiere, cree y manifiesta: los tres elementos que intervienen en la conducta y en los cuales se va generando una lógica de un modo subjetivo: Creencia, querer, actuar comunicando.

Este comunicar es, a veces, solo un pensamiento consigo mismo, otras se exterioriza bajo el instrumento de un lenguaje por signos o gestos o un lenguaje simbólico de palabras, como hace el bebé llorando o señalando con el dedo y, más adelante, por medio del lenguaje pidiendo lo que quiere.

La conducta es una manifestación del creer-querer, o del querer-creer, actuando inconscientemente, como hacen las plantas y los animales [2] , o conscientemente, pensando y comunicando mediante lenguajes y pensamientos como hacen algunos animales superiores y los hombres.[3]

Señalamos así los elementos fundamentales que van entrando en juego a la hora de reflexionar sobre lo que es, en qué consiste, y cómo funciona eso que llamamos lógica.

Pero, además, constatamos, nosotros objetivamente, que la conducta del bebé es lógica. ¿Por qué consideramos la conducta del bebé lógica? Porque se da una coherencia entre el creer, el querer y la conducta que lo manifiesta, por un lado, pero, tenemos que añadir también el hecho de que tal conducta es coherente con lo que sucede en el mundo; es decir, encuentra el sonajero cuando mueve la mano hacia allí; incluso también la conducta de la madre cuando no lo encuentra, respondiendo al lloro a la indicación del bebé.

Añadimos entonces un elemento nuevo y fundamental en la constitución de la lógica que la relaciona objetivamente con la realidad del mundo objetivo: que haya un resultado coherente de la creencia y su manifestación en la conducta con respecto a la realidad de los hechos que suceden en el mundo.

A veces con la lógica podemos olvidarnos de esto. Y nos conformamos con nuestra lógica subjetiva, una coherencia formal respecto a nuestra creencia en la conciencia, sin tener en cuenta la realidad del mundo.

Y conviene tener presente:

  • Que nuestro conocimiento de la verdad está necesariamente mediado por el lenguaje siempre que pretendamos que sea objetivo y comunicable.
  • Que la lógica se muestra en el pensamiento-lenguaje, pero esa lógica no deja de ser una coherencia con nuestro pensamiento y creencia dentro de nuestra conciencia
  • Que dicha creencia lógica ha de medirse con la realidad del mundo para tener un verdadero sentido de verdad objetiva coherente.
  • Que el concepto de verdad tiene un contenido semántico como metalenguaje.[4] "La nieve es blanca" (como pensamiento, creencia y expresión) es un enunciado verdadero (representación) si y solo si la nieve es blanca (realidad-mundo).[5]

Muchas veces se tiende a reducir la lógica a la expresión lingüística y la coherencia del discurso respecto a su forma, siendo ésta como algo separado del mundo, como una verdad eterna, inmutable y universal, a diferencia de las verdades con contenido mundano, singulares, cambiantes y materiales.

Pero considerar “Tomás es mortal o no mortal”, como una verdad eterna, inmutable y universal, es una simpleza que no merece demasiado detenerse en su consideración.[6] O conceder la condición de proposición que pueda ser verdadera o falsa, a una expresión del tipo que señala Russell: “Cuadruplicidad bebe retraso”, o la de Carnap: “Este guijarro está pensando en Viena”, parece que no tiene mucho sentido.

Distinguir la verdad lógica por el mero hecho de su necesidad, inmutabilidad, universalidad, o eternidad, no parece que acabe definiendo el sentido verdadero de la lógica. De hecho “Ayer comí patatas” también puede ser, y en algunos casos lo es, una verdad necesaria, eterna, inmutable y universal, como señala Quine.

La fuerza de la lógica sí, veremos, proviene de su carácter formal, pero su necesidad y fundamento no proviene de la formalidad, sino que, por el contrario, dicha formalidad tiene su fundamento en el mundo de lo real, como no podría ser de otra forma, si bien nuestro acceso o conocimiento de lo real se vea sometido necesariamente a una interpretación cognoscitiva, cuya verdad siempre será interpretativa:

  • expresada utlizando ciertos signos (Semiótica)
  • utilizando ciertos esquemas lógico-lingüísticos (Gramática original)
  • evolucionados culturalmente (Gramática de una lengua) y socialmente aceptada (lengua)
  • y utilizada por un individuo concreto que expresa un significado (mediante un habla).[7]

Nuestro conocimiento natural del mundo real y sobre todo nuestra capacidad de interpretar el mundo originalmente depende de esos esquemas culturalmente aprendidos. Pero puede ir cambiando constantemente generando nuevas formas de habla, de lengua e incluso nuevos modos de ampliar la lógica natural. En la lógica clásica, por ejemplo, no tenía cabida el cero o el infinito, lo que en la lógica actual no representa problema alguno. La validez de la lógica aristotélica queda muy ampliada por la lógica actual. Por lo mismo que el cálculo lógico simbólico permite formalizaciones y esquemas lógicos más allá de los esquemas lingüísticos y aun de los esquemas perceptivos, (espacios de n dimensiones) que, sin embargo, son útiles herramientas, como lenguaje, para poder explicar ciertos aspectos de nuestro mundo.

Creencia, mundo y verdad[editar]

Por verdad entendemos de forma esencial el conocimiento con referencia a la realidad, por más misteriosa que ésta se nos aparezca en el conocimiento del mundo; nuestra lógica nos muestra la consistencia y coherencia de nuestro conocimiento con lo real, por más que dicha coherencia vaya siendo cada vez más compleja, en la medida en que es conocida e interpretada y expresada mediante sistemas de códigos más complejos.[8]

El planeta tierra ha debido cambiar poco en los últimos 2500 años. Pero el conocimiento que los hombres han tenido y el que ahora tenemos de ella no es que haya cambiado en amplitud, es que es diferente porque se interpreta y expresa en unos códigos que tienen poco que ver con los que empleaba Aristóteles.

Queda siempre a salvo el fundamento establecido a priori como “creencia” previa y fundamental: que la lógica se fundamenta en lo real, porque nosotros somos reales y conocemos lo real, aunque sea interpretativamente mediante sistemas interpuestos. De otro modo tendríamos que pensar en un fundamento del fundamento en el que creemos, lo que podría llevarnos a un proceso sin final y sin sentido. El final siempre es la creencia básica del principio de no contradicción en la relación del mundo consigo mismo ni del pensamiento consigo mismo, ni en la relación entre ambos, como se expone en otro lugar.[9] Por ello siempre necesitamos esfuerzo para superar las contradicciones que aparecen en nuestros sistemas cognoscitivos mediante los cuales interpretamos el mundo y en las expresiones del lenguaje en el que expresamos dicho conocimiento; al mismo tiempo vamos encontrando sistemas que abarcan más y más ámbitos de realidad en la medida que superamos las contradicciones que aparecen, tanto en el conocer como en los sistemas de lenguaje en los que nos expresamos.

Hoy sabemos que “lógicamente” el sistema perfecto si es completo no es decidible y si es decidible es que no es completo.[10]

Con ello:

  • por un lado estamos abiertos siempre y nunca damos por conocida la realidad como tal, y por lo mismo superamos el dogmatismo.
  • al mismo tiempo podemos admitir la evolución de una(s) creencia(s) interpretativa(s) que pueda(n) socialmente estabilizar determinado modo de entender y vivir en el mundo y en comunidad, como es la cultura, empezando por el lenguaje y su gramática en la que se manifiesta claramente ya una lógica formal estableciendo ciertas verdades formales en el conocimiento de la realidad.
  • Estas interpretaciones culturales son muy variadas y de muchas clases: interpretaciones mágicas, poéticas, religiosas, étnicas etc. que incluyen las ideologías que responden a intereses concretos. Consideramos, no obstante, que hay una, la ciencia, que representa el grado más perfecto del conocimiento humano de lo real.
  • Por lo mismo se supera un escepticismo total, carente de sentido, con confianza en el conocimiento de una verdad provisional, la ciencia, que se acerca de forma evolutiva y asintótica a lo real.

Como resultado final, podemos pues enunciar que la lógica muestra la verdad como coherencia formal, a partir de una creencia en un mundo posible, bien sea éste tenido como real, como teoría interpretativa del mismo, o mera especulación teórica o artística, incluso mítica y religiosa'.

Una interpretación de “composibles”, como enunció Leibniz. Es la realidad la que con los hechos recorta las posibilidades de nuestros sistemas, mostrándonos que lo real excede de los mismos y que por las carencias de nuestros sistemas lo real se nos va escapando; y nosotros persiguiendo la realidad elaborando esquemas de composibles mundos más y más complejos.

Conocimiento elemental de las nociones señaladas: lecturas recomendadas[editar]

  • Concepto de objeto material y objeto formal; forma y contenido.
  • Consistencia y coherencia
  • Significación y sentido
  • Lenguaje Objeto y metalenguaje
  • Concepto de verdad como metalenguaje, según Tarski, a nivel de enciclopedia. (Diccionario de Filosofía, Ferrater Mora. Enciclopedia Oxford de Filosofía, Ted Honderich editor).
  • Conocimiento elemental de la duda metódica de Descartes. Cualquier manual de Historia de la Filosofía.
  • Lectura a nivel de manual de Historia de la Filosofía del pensamiento de Leibniz.
  • Conocimiento meramente enciclopédico del pensamiento de Peirce, Ch. S. (Diccionario de Filosofía, Ferrater Mora, J. o, especialmente recomendado, Enciclopedia Oxford de Filosofía, Ted Honderich editor).
  • Lectura de Filosofía de la lógica. Quine, W.V. Alianza editorial.(173 págs)
  • Mag. Luis Carrillo - Universidad Andrés Bello. La verdad en Davidson. (20 págs.)

Buscando la lógica de una verdad en el contexto del mundo de las creencias y los hechos[editar]

Vamos a reflexionar ahora sobre la conducta del muchacho y las dos posibles respuestas paternas.

Ejercicio práctico[editar]

Proponer a suficiente número de gente de forma espontánea la interpretación de la frase y determinar estadísticamente la relación padres nº 1 versus padres nº 2.

Nota a tener en cuenta. En la propuesta inicial hemos dado conscientemente una pista, al señalar que el muchacho es muy vago pero muy inteligente. Dicha pista no debe darse al encuestado. Incluso debería proponerse simplemente la interpretación de la frase, sin más, señalando las respuestas acordes con dicha afirmación.

"Solo aprueban los que hacen la pelota al profesor"

Señalar al lado SÍ o NO, según se crea que corresponde

  • Hay que hacer necesariamente la pelota al profesor para aprobar
  • Si no haces la pelota al profesor no puedes aprobar
  • ¿Se puede aprobar sin hacer la pelota?

Una vez interpretada la frase se puede preguntar si la respuesta adecuada es la del padre nº 1 o la del 2, y ver qué razones se dan.

Análisis del contexto mundano[editar]

Partimos de supuestos con respecto al mundo de los hechos

  • El muchacho es inteligente, sabe lo que quiere y sabe lo que dice.
  • La realidad objetiva respecto al profesor y sus alumnos podemos suponer como una situación normal:
Es posible que haya pelotas en la clase.
Es posible que el profesor aprueba a los pelotas y también es posible que no se deje influir.
Es posible que aprueben los que estudian y hacen bien las cosas.
Es posible que haya quien apruebe copiando
Es posible que haya quien ha tenido suerte en las preguntas del examen y apruebe sin estudiar.
.......

1. Analizamos la coherencia lógica del muchacho:

  • La creencia del muchacho:
a) Respecto a la realidad de los hechos.
Debe creer en su interior que no ha estudiado y quiere, y por eso debe creer, que necesita una disculpa. En cualquier caso ese es el objetivo que pretende alcanzar.
b) Respecto a su padre
Puede creer que tragará la disculpa.
  • Si cree que su padre es tipo 1, lo tiene claro.
  • Si cree que su padre es tipo 2:
Si dice lo que dice es porque cree que puede lograr el objetivo, es decir, es posible que el padre entienda la frase como disculpa.
  • Pero de hecho el padre no acepta la disculpa porque:
1. Es posible que entienda la frase como una falsa disculpa y creerá que el chico está mintiendo, interpretando la frase en su sentido corriente.
2. Es posible que acepte la verdad de lo que dice el chico, pero creerá que, eso no tiene nada que ver con el hecho de suspender por no haber estudiado suficiente.


  • El sentido de la expresión lingüística que utiliza
a) Respecto a la finalidad que pretende y respecto a su propia creencia en su conciencia:
  • Pretende disimular el hecho que supone el suspenso de forma que éste no sea consecuencia de su conducta, sino que dependa de algo que no es controlable por él.
  • Utiliza un prejuicio fácil de creer, difícil de demostrar y una expresión lingüística no fácil de entender bien sin cierto hábito de reflexión lógica y crítica, sobre todo si nos atenemos a la interpretación vulgar común de frases como esta en contextos determinados, donde sea posible distinguir a unos individuos de otros.[11]
b) Respecto a la comunicación que transmite a su padre:
  • Encuentra la expresión que coordina ambas situaciones y de hecho su inteligencia le lleva a pronunciar la frase que estamos estudiando, sin mentir, pero ofreciendo una posible interpretación en la que quepa la disculpa del mal resultado de su conducta.


Según estos criterios podremos establecer la coherencia del muchacho, que aparece claramente.

  • quiere y, en función de ese querer, cree que el padre puede creer lo que a él le interesa:
La frase pretende que el oyente crea que:
Todos los que aprueban hacen la pelota al profesor Si quieres aprobar tienes que hacer la pelota al profesor quien no haga la pelota al profesor NO PUEDE APROBAR.
CONCLUSIÓN: "yo no hago la pelota al profesor NO PUEDO APROBAR HAGA LO QUE HAGA"


2. Analizamos la coherencia lógica del padre

  • La creencia del padre depende del tipo
Tipo A: Su mundo está configurado de una manera en la que el hijo tiene un papel A
Tipo B: Su mundo está configurado de una manera en la que el hijo tiene un papel B
En qué consista el papel A y el papel B no es relevante para el caso que nos interesa


  • Significado de la comprensión de la frase del muchacho
  • Padre tipo A: Es evidente que en su respuesta va implícita la comprensión de la frase con el significado:
Todos los que aprueban hacen la pelota al profesor Si quieres aprobar tienes que hacer la pelota al profesor quien no haga la pelota al profesor NO PUEDE APROBAR.
Puesto que "Tú, hijo mío, eres un chico con personalidad (como tu padre?), no debes someterte al capricho de tu profesor, está claro que no es culpa tuya el no aprobar".
Y el muchacho ha transmitido su mensaje como él quería y ha logrado su objetivo.[12]
  • Padre tipo B: Pueden darse dos casos
  • El padre conoce al hijo en su vagancia y no hace caso a lo que dice; piensa que lo que el hijo le está diciendo no es más que una disculpa y por tanto una mentira. La frase para él significa:
Todos los que aprueban hacen la pelota al profesor Si quieres aprobar tienes que hacer la pelota al profesor quien no haga la pelota al profesor NO PUEDE APROBAR.
El chico ha logrado transmitir su mensaje, pero no ha logrado su objetivo, porque al padre le pesan más las creencias previas que tiene por su conocimiento de la realidad respecto a los profesores en general y del comportamiento vago de su hijo. Su respuesta, por tanto, se justifica lógicamente a partir de sus creencias y su conocimiento y no en el mensaje que le ha transmitido su hijo.[13]
  • El padre conoce al hijo en su vaguería y en su inteligencia, y sabe que no miente, pero que pretende engañarle, porque comprende el significado de la frase como:
Todos los que hacen la pelota aprueban si haces la pelota apruebas PERO quien no haga la pelota al profesor TAMBIÉN PUEDE APROBAR, por ejemplo estudiando.
Naturalmente comprende que lo que dice el hijo puede ser verdad; pero sus creencias a partir de su conocimiento de la realidad de la vida, tanto de lo que suele ocurrir normalmente en un aula y de la realidad que ha visto a lo largo del curso en la vagancia del hijo, le hacen justificar adecuadamente su respuesta a la frase del muchcacho.
El chico evidentemente no ha logrado transmitir su mensaje y no logra su objetivo.


Cada una de estas posibles interpretaciones y situaciones tiene su lógica, su coherencia, y por tanto define un contexto de verdad respecto al contenido de la expresión del chico en cada caso diferente, en función de las creencias previas que cada uno se forma en el conocimiento del mundo.

Uno puede estar encerrado en su verdad y puede que no haya forma de que sea capaz de ver las cosas de otra manera:

El padre tipo 1:

  • entiende la frase en el sentido que le interesa al hijo.
  • como su mundo está configurado en función de y para el hijo, justifica la intención con que se dice.
  • su lógica tiene su fundamento no en el contenido del mensaje, sino en la intención que le marca el hijo, que probablemente sea lo habitual.
  • su lógica, su coherencia, está en función de creencias previas. En ellas la crítica recae en la acción del profesor antes de criticar la acción del hijo.

El padre tipo 2:

  1. Caso 1:
  • En el primer caso igual que en el anterior interpreta la frase según la intención del chico.
  • Pero su mundo está configurado en función del conocimiento que se tiene del hijo y en un criterio de realidad en el que la primacía se la lleva el profesor, salvo conocimiento de un profesor deshonesto.
cree que es más normal el fallo del hijo en su conducta (que, además puede verla todos los días en su falta de estudio), antes que en la posibilidad de que el profesor tenga una actitud impropia. Por ello juzga más coherente con la situación que el hijo mienta, a que el profesor sea deshonesto.
  • También su lógica, su coherencia está en función de creencias previas. Pero la crítica recae en la acción del hijo antes que en la crítica a la posible actitud del profesor, rechazando el contenido del mensaje que ha entendido como disculpa falsa.
  1. Caso 2:
  • Capta el sentido de la frase como disculpa, pero capta asimismo el significado con un principio de realidad diferente coherente con el conocimiento de lo vago e inteligente que es el hijo.
  • Su mundo está configurado según un principio de realidad en el que ha observado:
  • Que lo que dice su hijo no tiene nada que ver con la realidad porque no sirve de disculpa
  • Que su conducta de no estudiar es la responsable de los suspensos
  • Que el profesor puede que sí o puede que no, tenga una actitud completamente honesta, pero en cualquier caso eso no tiene nada que ver con el resultado final que presenta el chico.
  • Su lógica y su coherencia se basa en la observación del mundo y en las creencias que de ellas se puedan derivar.

Ahora bien, nosotros que estamos, como si fuéramos espectadores en un teatro en el que hemos contemplado todas las escenas, podemos sacar algunas conclusiones en orden a tomar conciencia de qué lógica es la que nosotros podemos manejar como más coherente con la realidad.

Buscando una verdad lógica que ayude a interpretar el mundo y los hechos[editar]

Tenemos que establecer algunos supuestos, creencias previas, para construir un sistema.

El sistema que intentamos crear parte de unas creencias previas:

1.- Las creencias son hechos del mundo, pero sólo la conciencia subjetiva en la que se producen los puede conocer.

No puedo conocer directamente el sentimiento de amor de Pepe y María. Pero puedo interpretar que el paseo que se dan cogidos de la mano todos los días por la playa como “conocimiento interpretado de ese amor”.

2.- Pero tienen la “posibilidad” de poder ser interpretadas y expresadas mediante el lenguaje de modo que puedan ser enfrentadas a la realidad de otros hechos de conciencia: la interpretación y expresión de otros sujetos.

Cuando comento con tros: "Pepe ama a María"

3.- La realidad es conocida en una conciencia subjetiva. Solamente a través de un lenguaje podemos entender que el otro, u otros, o una comunidad, re-conoce la misma realidad que yo. La verdad objetiva únicamente es cognoscible, es decir, tiene la “posibilidad” de ser conocida, mediante un lenguaje, y al ser "reconocida" por otros sujetos.

El conocimiento de ese sentimiento de amor interpretado por mí, adquiere una nueva dimensión cuando puede ser contrastado con la percepción e interpretación de otros del mismo suceso externo, o de otros que lo confirman.
Mi interlocutor confirma mi afirmación con nuevos datos coherentes con mi creencia, de la misma forma que mi comunicación confirma la creencia de mi interlocutor en coherencia con mis observaciones.

4.- Puede haber diversos y variados sistemas de interpretación y comunicación, distintos lenguajes y aun dentro de ciertos parámetros comunes de un mismo lenguaje. Tal vez por las creencias previas de cada conciencia subjetiva, así como conciencias culturales diferentes.

Pero también es “posible” un sistema de interpretación y lenguaje capaz de satisfacer a comunidades más amplias y por tanto con mayor garantía de objetividad que otros al mostrar mayor coherencia con un conocimiento más adecuado a la realidad.

Eso ocurre cuando depuramos los modos de interpretación del conocimiento y su expresión lingüística, es decir, formalizamos el proceso de conocimiento (método científico) y formalizamos el lenguaje de un modo que impida la ambigüedad de interpretación y dirija los razonamientos. Tal proceso lo realiza la ciencia y lo formaliza como razonamiento la lógica y las matemáticas.

Conclusiones[editar]

Podemos concluir que el muchacho es listo viendo lo que pretende, y a su vez examinando la frase que dice.

  • Una vez analizada la frase puede producir en los demás un significado ambiguo.
  • A su vez ese examen se ha de fundamentar en un conocimiento de la gramática y de la lógica.
  • La experiencia nos muestra que la gente cree e interpreta la realidad y lo expresa de forma espontánea pero que con la reflexión adecuada se puede producir un cambio de creencia y de interpretación más acorde con los resultados de lo real una vez analizados estos con detalle.

Condición no necesaria pero sí presente y activa en el presente análisis:

Nos desenvolvemos dentro de un ámbito cultural hispano, en lenguaje español, con una situación artificialmente creada para el objetivo de este análisis y en claro sometimiento a estas circunstancias culturales.

Hasta aquí hemos considerado que esta lengua expresa y habla sobre la realidad. La consideramos como lenguaje objeto, partiendo del sistema natural de uso del lenguaje según la gramática del español.

El objetivo de este análisis es intentar la superación de esta condición e intentar una interpretación a través de un lenguaje y sistema concebido lo más objetivo y universal (respecto a la comunidad humana), como expresión de esto que estamos considerando como LÓGICA.

Análisis lógico del análisis mundano[editar]

Un dato objetivo: El muchacho dice a su padre: “Es que sólo aprueban los que hacen la pelota al profesor”

Dos supuestos, que consideramos como ciertos y conocidos para el análisis:

La situación de la clase en su relación con el profesor se considera normal; ya definida antes.

El muchacho es vago e inteligente. Vago se traduce por “no ha estudiado”; inteligente se traduce por: “sabe lo que quiere, sabe lo que dice y, de acuerdo con el supuesto anterior damos por hecho que no miente”: su frase es coherente con la situación normal que se ha producido en la clase: puede que haya habido quienes han aprobado por hacer la pelota, pero lo más probable es que de haber alguno sean pocos y en cambio es más probable que la mayoría de aprobados sea porque han estudiado, aunque algunos lo hayan hecho por la suerte de las preguntas o por haber copiado.

Una constatación:

La reacción de los padres será una consecuencia de este hecho, el escuchar la frase del chico, según las condiciones y circunstancias señaladas en el análisis mundano y son dos “posibilidades” las que consideramos.

Las reflexiones sobre el único hecho conocido, la famosa frase, son hechos de conciencia que reflejan “posibilidades del mundo”, pero no son hechos objetivos.

Análisis gramatical de la frase[editar]

Antes de poder estructurar una interpretación lógica se impone un análisis gramatical según la gramática del español. La RAE[14] considera que el uso normal de esa expresión es la que corresponde a la interprtación del padre 1 y del padre 2 caso 1.[15]

Pero la información que se nos da en la frase del muchacho, el significado que expresa el muchacho no coincide con dicha interpretación de la RAE; pues se acepta una información que no se encuentra en la expresión gramatical del chico.

  • La frase da una información acerca de un sujeto del que se predica un predicado:
Sujeto: Los que hacen la pelota al profesor.
Predicado: Sólo aprueban

En castellano, aunque no sea norma fija, es más frecuente el esquema de oración en el que el sujeto precede al predicado. Si cambiamos el orden “salva congruitate” el significado no varía.

Encontramos una primera peculiaridad en el hecho de romper el esquema habitual de empezar por el predicado cuando normalmente se empieza por el sujeto.

"Sólo" es un adverbio que modifica el hecho del aprobar. Significa que los sujetos de dicha acción “únicamente” aprueban. No hacen otra cosa. La información no nos permite sospechar que haya pelotas que no aprueban. Todos los pelotas aprueban.

Como el problema de interpretación de la frase radica en la interpretación del adverbio "sólo" conviene analizarlo hasta los elementos más simples: podríamos analizarlo como si fueran dos predicados, el hecho de aprobar y que sólo es el hecho de aprobar:

Los que hacen la pelota aprueban y sólo aprueban. Esto se expresaría en lógica como: "Si haces la pelota apruebas" o si queremos "Si haces la pelota apruebas y sólo apruebas".[16]

En cambio en la interpretación de uso normal se une el adbverbio "solo" al sujeto. “Solo los que hacen la pelota aprueban”. En este caso el adverbio no es un complemente del verbo, sino que se convierte en un complemento del sujeto y el significado cambia. Ahora no puede haber más aprobados que los pelotas y nadie más que los pelotas.

Pero esta interpretación implicaría a los que no hacen la pelota, extendiendo el campo de la expresión del muchacho más allá del significado de lo que dice y de la intención con que lo dice . Porque la frase da información acerca de los que hacen la pelota (sujeto), pero de los que no hacen la pelota no da información alguna. ¿Por qué no pueden aprobar entonces?

Lo que nos viene a mostrar que no siempre el uso normal de la lengua se corresponde con la lógica. Tal ocurre con algunas expresiones tan "españolas" que tienen una interpretación de "uso normal" convertida en regla invariable. Por ejemplo "no he visto a nadie".

En el caso que nos ocupa, al ser espectadores conocedores de la realidad, del muchacho y su problema, su intención y su inteligencia, lo mismo que el padre 2 que conoce la realidad de la actividad de estudio de su hijo y su inteligencia, debemos adoptar la lógica de la primera interpretación, que no afecta a otros sujetos que a los expresamente nombrados. Los que hacen la pelota al profesor. Por Tanto de los que no hacen la pelota no tenemos información alguna.

Lo que dice el muchacho se corresponde con la normal situación que se da en un aula tal como hemos dado por supuesto:

Es más probable que el profesor sea suficientemente honesto que totalmente deshonesto, lo cual es raro.

Puede darse el caso de que haya pelotas o no los haya, y él afirma que si hay pelotas estos pelotas aprueban. Ni siquiera afirma que haya pelotas.

Por tanto el muchacho está diciendo algo que es seguramente coherente con los hechos de la realidad y con su propia creencia en el conocimiento de la misma. NO MIENTE.

Pero, y esto es fundamental para el objetivo propuesto, la frase no dice nada acerca de los que no hacen la pelota.

De los que no hacen la pelota no se habla, no tenemos noticia alguna. No sabemos nada y por tanto tienen la posibilidad de hacer cualquier cosa, entre otras aprobar.

Sin embargo según el análisis mundano que hemos hecho anteriormente la frase se pronuncia con la intención de que se interprete como:

Todos los que aprueban hacen la pelota. Los que aprueban y los que hacen la pelota son los mismos. En lógica esto se expresaría como: "Si y solo si haces la pelota apruebas", o "Todos y solo los pelotas aprueban" 0 "Solo y solo los pelotas aprueban".

Y el significado de esta frase sí está diciendo algo de los que no hacen la pelota, porque no puede haber alguien que aprueba y no haga la pelota.

Esto ocurre con frecuencia en el lenguaje vulgar, cuando no se suele tener en cuenta tantos matices. Pero es curioso que cuando se utiliza una frase de este tipo en este último sentido suele añadirse una coletilla: "Sólo aprueban los pelotas, ¡y nadie más!", "sólo entran al cine los alumnos de 1º, ¡y nadie más!". En el fondo inconsciente del lenguaje sigue estando presente la lógica formal, porque alguna relación hay entre la lógica y los hechos.

Si ya tenemos clara la interpretación coherente de lo que afirma el muchacho en relación con los hechos y en relación con la interpretación que quiere que se le de a su afirmación, podemos comprobar si tal estrategia tiene lógica, es coherente, respecto al mundo en general.

¿es coherente con el mundo en el que vivimos? Viendo el resultado de la encuesta que se hizo al principio sobre una población ajena al estudio que estamos realizando comprobaremos si de hecho, la "creencia" del muchacho al construir la frase, era coherente con el hecho de construir una disculpa del resultado de su conducta.

La intención didáctica sobre la que se ha construido la lección es que se tiene por seguro que una gran cantidad de gente, es posible que la mayoría, entienda la frase en el sentido en el que la interpreta el padre tipo 1. Lo cual corresponde con las intenciones del muchacho, esa es la interpretación que quiere que el otro tenga por información. Esta expresión, por tanto, es coherente con el significado real de los hechos de los que se informa; y al mismo tiempo es coherente con la intención con la que el muchacho lo dice.

Incluso puede darse el caso de experiencia de que no sea fácil hacer comprender que el significado, sentido e intención con que se dice la frase es diferente del uso normal que considera la RAE, pues el uso normal del lenguaje no incluye matizaciones lógicas en sus interpretaciones.

La vida permite unos "juegos de lenguaje" donde el contexto de la expresión y la intención del que la pronuncia producen significados y sentidos diferentes que requieren una adecuada interpretación, y existe por ello una necesidad hermenéutica. Esa es la riqueza de la lengua que nos permite las dobles intenciones, las metáforas, etc.

En cualquier caso nosotros analizaremos, en el caso que nos ocupa, la lógica formal en que se sustenta o pueda sustentar.

Interpretación de la frase según esquema de lógica formal[editar]

Dejemos ahora la lengua española y vamos a crear un nuevo lenguaje con una gramática de momento únicamente válida para el análisis que estamos haciendo.

Es evidente que no vamos a construir ahora un lenguaje artificial con toda su parafernalia, sino a utilizar unos recursos mínimos para expresar ese mismo contenido significativo sin tener que depender de las palabras y construcciones propias de la lengua española.

Cualquier concepto que represente un objeto, una acción o lo que sea susceptible de identificación con significado propio, vamos a considerarlo como una propiedad que pueden tener en común un conjunto de individuos, y lo vamos a representar (escribir) como un círculo (un universo de posibles individuos). Cuando tengamos información de que existe algún o algunos individuos que tengan esa propiedad lo representaríamos como x dentro del círculo o en una parte dividida del mismo; bien entendido que cuando un círculo o una parte del círculo sepamos que no contiene ningún individuo lo llenamos de negro para indicar que no existe ningún individuo que tenga esa propiedad.


Con esos símbolos representamos cualquiera de las relaciones que puede haber entre dos conceptos (A) y (B), a los que podremos asignarles la función de sueto o predicado de la lengua española.

Si ahora damos un contenido concreto de significado a cualquiera de los conceptos, esa relación se establece mediante el conocimiento de o la creencia sobre la realidad.

Por ejemplo:

A = Clase formada por los posibles sujetos, por ejemplo la clase de los seres que en español llamamos elefantes

B = Clase formada por los posibles predicados, por ejemplo la clase de los seres que tienen alas Los dibujos anteriores significarían:

Todos los A son B = Todos los elefantes tienen alas. Los elefantes que no tienen alas no existen, por eso está esa parte de elefantes en negro. O en la forma que estamos tratando: Solo los seres que tienen alas son elefantes.

Ningún A es B y ningún B es A = Ningún elefante tiene alas. La clase formada por los elefantes que vuelan es negra, quiere decir que no existe ningún ser que cumpla la propiedad de ser elefante y al mismo tiempo tener alas. Por lo mismo ningún ser con alas es elefante.


Todos los B son a = Todos los seres alados son elefantes. Los eres alados que no son elefantes no existen, por eso está esa parte de seres con alas está en negro. O en la forma que estamos tratando: Solo los elefantes tienen alas.


Algún A es B y algún B es A = Alguno o algunos elefantes tienen alas. Existen individuos que tienen las dos propiedades; lo mismo que algunos seres alados son elefantes.

Algún A es no-B = Algún o algunos elefantes no tienen alas. Existe algunos individuos que tienen una propiedad pero no la otra.

Algún B es no-A = Agún o algunos seres alados no son elefantes.

Todos y solo los A son B = Todos los A son B, pero al mismo tiempo todos los B son A. De forma que si algo es A también es B. Y si es B también es A. Es la relación de identidad, en la que la propiedad identifica al individuo y el individuo identifica a la propiedad. "Todos y solo los elefantes tienen alas",(suponiendo que no existe otro animal que tenga esa característica), lo que equivale a una definición o a una descripción.

Con esto tenemos un lenguaje construido con una gramática bien sencilla y con el que vamos a intentar interpretar el significado de la frase del muchacho.

La clase sujeto, S, en este caso sería la propiedad como concepto de “hacer la pelota al profesor” en el universo comprendido en la clase del alumno. Es decir, el círculo que representa dicha propiedad comprende o incluye a “cualquier individuo que en esta clase haya hecho, haga o hará la pelota al profesor”, aun cuando no hubiera habido ninguno.

La clase predicado, P, en este caso sería la propiedad como concepto de “aprobar”. Es decir el círculo que representa dicha propiedad comprende o incluye a “cualquier individuo de esa clase que haya aprobado, apruebe o aprobará”.

¿Cómo hemos de representar la frase del español “solo aprueban los que hacen la pelota al profesor”, tal como la hemos interpretado en el análisis de lo que dice y pretende el muchacho?

"Sólo aprueban los que hacen la pelota al profesor"

Observemos que en efecto los que hacen la pelota, todos aprueban; pero sólo aprueban; no hay ninguno, que sepamos que haga otra cosa, porque la frase afirma que solo aprueban.

De los que no hacen la pelota no sabemos nada.

Pero podemos poner en relación a la clase de los que aprueban con otras clases que pueden mantener relación con el hecho de aprobar. Por ejemplo la clase de los que estudian. O los que tienen suerte en el examen. O los que aprueban porque sí.

A las dos clases anteriores le añadimos la clase de los que estudian. Podemos distinguir varias clases dentro de cada clase:

  • 1: Clase vacía, porque es la clase de los que hacen la pelota y todos aprueban
  • 2: Clase de los que hacen la pelota y por tanto aprueban, que son todos los que la hacen.
  • 2,3,4,5: Los que aprueban:
  • 2: Los que aprueban porque hacen la pelota
  • 3 Los que aprueban pero no sabemos nada de ellos
  • 4 Los que aprueban porque estudian
  • 5 Los que aprueban porque han tenido suerte en el examen


  • 4 y 6: Forman la clase de los que estudian que, a su vez, tiene dos subclases:
  • 4 Los que aprueban porque estudian
  • 6 Los que estudian pero no aprueban

¿Qué hemos aprendido?[editar]

¿Para qué nos ha servido todo este análisis?

Hemos enriquecido el concepto de lógica. La lógica es algo más que una formalidad. Es la forma de transmitir la verdad una vez conocidos unos datos determinados. La verdad formal no tiene contenido y el contenido no está en la forma, sino en el mundo.

La comunicación mediante el lenguaje incluye una lógica con contenido; pero la lógica del contenido no siempre está explícita en el lenguaje. Un mismo enunciado puede tener interpretaciones diversas y es la lógica del contenido la que determina la interpretación de la verdad que se transmite.

Puesto que los enunciados son obra de un autor, es el autor el que marca no sólo el contenido sino la lógica con la que ha de interpretarse la información que se transmite.

Lo que origina algunos problemas de interpretación:

a. No siempre el propio autor es consciente de la lógica que usa en sus expresiones, porque en ella se mezclan más cosas que la mera información.

b. En otros casos utiliza la lógica para enmascarar la transmisión de la verdad.

c. No siempre el intérprete es consciente de la lógica que subyace a la propia comprensión del lenguaje que escucha, porque en ella se mezclan más cosas que la mera recepción de un mensaje.

d. Confundir “significado” con interpretación, puede llevar a creer que la interpretación propia es la única y verdadera dificultando la comprensión de otras interpretaciones posibles.

e. El uso del lenguaje y las interpretaciones surgen normalmente de la configuración coherente de la lógica correspondiente a nuestras creencias, y por eso contienen un margen de subjetivismo mayor o menor.

f.    La lógica nos ayuda a analizar las expresiones lingüísticas mediante la formalización de esquemas universales, independientes de los contextos de creencias y expresiones.




Sólo con Vodafone tienes las mejores tarifas
Una publicidad nunca diría
Sólo tienes las mejores tarifas con Vodafone
pues correría un gran riesgo
¿Sabrías justificar por qué?

Por ejemplo analizar bajo este punto de vista los textos de los contratos nos podría hacer ver que la lógica de los mismos no suele ser la que habitualmente usamos y dominamos, cuando la hacen unos expertos. Sus expresiones lingüísticas, además de tener un sentido jurídico, en multitud de ocasiones encierran trampas lógicas del lenguaje natural que a veces llegan a producir grandes sorpresas, a veces escritas con letra grande. Lo mismo que la propaganda que, no lo olvidemos, no puede mentir.

La lógica formal nos ayuda a analizar el contenido de una expresión del lenguaje natural de forma que su interpretación se atenga exactamente al contenido informativo y no dependa exclusivamente de las palabras e interpretaciones de nuestras creencias, sino que atienda únicamente a la transmisión de una "información".

De esta forma un esquema lógico vale tanto para un chino como para un español. No es poco.

El lenguaje natural nos tiende muchas trampas, porque las reglas gramaticales no son siempre fijas, y el uso y la interpretación de las mismas puede depender de factores muy diversos, culturales, propios de una región, de creencias previas etc. y un contexto social y personal, que incluye la moda, que admite más de una interpretación.

La lógica nos puede ayudar a ver las cosas de forma distinta a la habitual al apreciar otros puntos de vista posibles en la interpretación del lenguaje, como seguramente nos refleja la encuesta realizada.

La lógica, pues, nos ayuda a depurar nuestro lenguaje respecto a la información que queremos transmitir y a hacernos patentes las posibilidades en las que la realidad puede ser conocida e interpretada de una forma coherente.

La lógica nos permite limitar algunas relaciones de hechos tanto en el mundo como en la expresión del conocimiento del mundo cuando no son coherentes entre sí.

Por ello la ciencia procura "formalizar" el lenguaje, y en algunos casos crear un lenguaje totalmente normado, en el que no quepan de modo alguno una interpretación diferente de la que se quiere significar.

Así ocurre por ejemplo en las señales de tráfico, donde el más mínimo detalle de la señal está predeterminado.

Pero todavía cabe una formalización mayor. La de un lenguaje en el que la verdad de una oración se manifesta mediante la coherencia y consistencia como verdad con todas las oraciones que tuvieran la misma estructura sintáctica. Es lo que llamamos un lenguaje formal, en el que las verdadades se manifiestan por su forma, no por su contenido material. Es el ideal del lenguaje formalizado y simbolizado de la lógica y las matemáticas.

El lenguaje, entonces, puede convertirse en cálculo. Hablamos de la Lógica formal y las Matemáticas.

Notas[editar]

  1. Quine, W.V. Del estímulo a la ciencia. (1998). Barcelona. Ariel. ISBN: 84-344-8747-0
  2. Esta consideración es harto problemática. Desde luego los biólogos no lo admiten de ninguna manera en las plantas y animales infeririores. Porque las creencias y la lógica las referimos únicamente al comportamiento humano. Pero la ciencia explica las funciones biológicas con instrumentos cada día más cercanos a cálculos lógico-matemáticos. En cualquier caso el proceso de adaptación evolutiva es coherente, si no en el individuo sí en la especie, y por tanto tiene lógica; que esa lógica sea precisamente la nuestra u otra posible, es otra cuestión. La lógica en la que Aristóteles comprendía la generación de los seres vivos tiene poco que ver con la lógica y el sistema con el cual lo explicamos hoy día. Pero en cualquier caso la evolución sigue un proceso coherente. De alguna forma tenemos que encontrar el fundamento del significado de nuestras percepciones y acciones cuando son convertidas en pensamiento y lenguaje mediante los signos y los símbolos de la comunicación. Eco sostiene que ver las cosas así es una perspectiva “a quo” de lo sígnico. Cfr.Eco, U. Kant y el ornitorrinco. (1999). Barcelona. Lumen. ISBN: 84-264-1265-3./ Lectura del art. Peirce en la Enciclopedia Oxford que se cita
  3. Esta afirmación, en cambio, sí que es compartida por muchos biólogos y psicólogos
  4. El lenguaje tiene dos dimensiones: una dimensión de lenguaje objeto, que manifiesta nuestra creencia, (dimensión expresiva) y una dimensión semántica que se refiere, como metalenguaje, a esa creencia con respecto al mundo, (dimensión representativa)
  5. Es fundamental a este respecto comprender la noción de verdad semántica de Tarski, que puede estudiarse en cualquier enciclopedia filosófica o en la bibliografía señalada
  6. Quine. W.V. Filosofía de la Lógica. 1981. Madrid. Alianza Editorial. ISBN: 84-206-2043-2
  7. Esto explica que en muchas ocasiones el lenguaje como expresión (el habla), o incluso la norma de la propia lengua en su uso normal, puedan diferir y expresar contradicciones lógicas, como en cierto modo ocurre en la interpretación de la frase del niño. Pensemos por ejemplo en una expresión tan "española": "No hay nadie" a la que si le aplicamos la ley lógica de la doble negación significa lo contrario de lo que el "uso" tiene por significado. Lo que muestra que el lenguaje, como expresión individual y cultural tiene sus propios procesos independientes del sentido lógico-formal. Al mismo tiempo que permite al hablante utilizar los recursos lógicos del lenguaje para significar modos o "juegos de lenguaje" propios y personales, como ocurre con las expresiones de "doble sentido", los "chistes", y sobre todo "la poesía"
  8. Se puede explicar con coherencia el movimiento de caída de los cuerpos mediante un sistema basado en la "creencia" en una cualidad propia de los cuerpos, la gravedad, según la cual estos cuerpos tienen una "tendencia natural" de ir hacia abajo (entendiendo por abajo la creencia de que el centro del universo es la tierra), porque abajo es "su lugar natural"; por eso para subirlo hacia arriba hay que hacerles violencia, con una fuerza, que cuando cesa les permite volver a su lugar natural "abajo". Así lo explicó Aristóteles y ha estado en vigor como teoría científica durante siglos. Pero probablemente la coherencia de la explicación mediante la ley de Newton parezca más coherente con otros hechos de la propia naturaleza de los cuerpos. Y si queremos interpretarlo aún con mayor coherencia, abarcando hechos en ámbitos más amplios, como las grandes distancias estelares y las velocidades próximas a la de la luz, tenemos que recurrir a sistemas explicativos bastante más complejos que los de Newton, como la teoría de la relatividad y la teoría cuántica que suponen esquemas lógicos que superan en gran medida los esquemas lógico-lingüísticos y nuestros esquemas representativos del mundo. Concibiendo por ejemplo mundos de "n" dimensiones incognoscibles en la experiencia de nuestro mundo tridimensional, pero que "explican" científicamente fenómenos experimentables cuya manipulación ofrece resultados de experiencia en nuestro mundo tridimensional
  9. Véase "El concepto de verdad y el principio de no contradicción" en la lección de introducción al presente curso de lógica
  10. Teorema de Gödel / Quine, op.cit.
  11. Por ejemplo si en un baile donde hay gente de diversos países y alguien observa y dice: "solo bailan los alemanes"; el sentido de interpretación radica en poder distinguir a los alemanes de los no-alemanes, entre todos los individuos que asisten al baile. Lo cual no se da en este caso, pues no tenemos información alguna de si hay pelotas y aprobados y mucho menos de las relaciones posibles que puede haber entre estos conjuntos de individuos
  12. Hasta tal punto que puede que tal padre tome tan en serio la afirmación de su hijo como verdad que coja de la mano a su niño y le eche una bronca al profesor por "inmoral"
  13. Y probablemente sea el caso más frecuente en que el padre interprete la frase como quiere el chico, pero la lógica mundana y la experiencia de la vida no le hacen "picar"
  14. Contestación a "Textos polémicos": Solo bailarán los alemanes; Bailarán, solo los alemanes; Bailarán solo los alemanes. Consulta realizada por Fernando Solís.
  15. La RAE considera que el uso normal de esa expresión es la que corresponde a la interpretación del padre 1 y del padre 2 caso 1. Esto requiere un comentario: El “uso” es un elemento social muy importante a la hora de la comunicación efectiva. Pero la lengua se expresa necesariamente en un entorno lógico fundamental, por más que mostrar en qué consiste y cómo se forma esa lógica en la configuración de la percepción del individuo y en la formación de conceptos y palabras que lo expresan socialmente y, sobre todo, en la conexión sintáctica de unos elementos con otros, lo que constituye el fundamento de la lógica, no es precisamente una tarea fácil. A ello se dedica la Gramática generativa.
    « En lingüística, el término gramática generativa se refiere a un conjunto de marcos teóricos para el estudio de la sintaxis del lenguaje natural inspirado en la lógica formal. Las ideas básicas de los modelos incluidos en esta corriente tienen su origen en la teoría estándar formulada por Noam Chomsky. El núcleo común de todos los modelos generativos sería el intentar diseñar un dispositivo formal que permita describir, analizar y especificar las oraciones de una lengua natural en forma simple, exhaustiva y general. »

    — Wikipedia: Gramática generativa

    El "uso" concreto de una expresión lingüística encuentra su significado y sentido en el momento presente de una sociedad y en el habla del que en ese momento “usa” la lengua para expresar su pensamiento en el contexto concreto en el que sus palabras y expresiones adquieren su significado. Es necesaria una “interpretación” de la expresión para llegar al significado. El significado no estriba en la lengua en sí, ni en la gramática, sino en el habla como "significante" del pensamiento o creencia del hablante que constituye el "significado".

    Hay un “uso normal” que la RAE va admitiendo a posteriori según van cambiando los “usos” que en cada sociedad se van introduciendo. A veces esos usos no conservan la lógica más elemental y se impone determinada “interpretación”. No cabe duda, por ejemplo, que en español la expresión “no hay nadie” se “interpreta” como ausencia de alguien, en contra de la ley lógica elemental de la doble negación.

    Hay usos tan consolidados que se convierten en una “norma fija” de uso para la interpretación y comunicación. Sin embargo hay otros que no lo son tanto y que permiten el “uso” específico por el que habla cuando quiere dar el significado que quiere. Eso hace posible los “juegos de lenguaje” que llenan de riqueza y originalidad la comunicación a través de la lengua.

    Así existe el “doble sentido” en las expresiones donde el hablante juega con la expresión manteniendo las reglas fundamentales lógicas y semánticas en detrimento de otras normas de “uso normal”.

    En la frase "solo los altos juegan al baloncesto", que tiene la misma estructura sintáctica que la frase que nos ocupa, no se puede interpretar como dice la RAE. El sentido es que "si juegas al baloncesto es que eres alto", pues es evidente que hay altos que no juegan al baloncesto. De manera general el sentido lógico de "solo los A son B" ha de entenderse como "Todos los B son A".

    Tal es el caso que nos ocupa. La RAE considera que el muchacho para “expresar la información" que quiere transmitir debería decir: “los pelotas solo aprueban”. Tal vez también para significar la interpretación de la RAE se debería decir: "solo los pelotas aprueban" o "aprueban solo los pelotas", y no preicisamente la que utiliza el muchacho.

    Pero el enunciado que propone la RAE no es coherente con los hechos y, por tanto, no es lógicamente transmisor de una información veraz, tal como hemos analizado los hechos. Y, además, es contrario a la finalidad que el muchacho pretende que es, además de la información veraz, expresar y transmitir un modo de justificación del resultado de sus malas notas; y eso es también un significado que la frase del muchacho quiere transmitir.

    Algo parecido ocurre cuando decimos: "mamá se ha roto un plato", donde la información y la comunicación discurren por planos diferentes en una misma expresión lingüística.

    « A primera vista, la descripción de un campo semiótico podría parecer una lista de comportamientos comunicativos. (...) sin embargo los PROCESOS DE COMUNICACIÓN parecen subsistir sólo porque debajo de ellos se encuentra un SISTEMA DE SIGNIFICACIÓN”. (Mayúsculas en el original). Algunos al lenguaje humano por eso le llaman “segundo sistema de lenguaje” »

    — Umberto Eco (1976)

    .

    El muchacho obvia el uso normal, utilizando un recurso del español en el que el orden de colocación del sujeto y predicado suele ser intercambiable sin implicar un cambio en el significado. Así la expresión por un lado es veraz, y al mismo tiempo la interpretación del uso normal le permite usarla como disculpa, sin romper las reglas básicas de la gramática española.

    De hecho, en este caso, la interpretación de uso normal falsea la información acerca de los hechos del mundo en el que se sitúa el habla, puesto que, como veremos en su formalización lógica en relación con el análisis de los hechos del mundo, introduce un elemento informativo que de no se encuentra en ninguna de las dos expresiones; pues, tanto en la que usa el chico como en la que propone la RAE, ninguna de ellas aporta información alguna sobre los que no hacen la pelota.

    Tal es la justificación lógica del muchacho y la interpretación lógicamente correcta del padre 2 en su versión 2.

  16. Tanto en la formalización como lógica de clases como en la de predicados, la proposición universal afirmativa o negativa se interpreta mediante un condicional. Asimismo los predicados de las proposiciones afirmativas están no-distribuidos, no tienen extensión universal, no abarca a todos los posibles individuos de la clase.