Técnicas de interrogación de la CIA después del 11 de septiembre

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Resumen[editar]

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Pretendemos exponer la evolución de las técnicas de interrogación empleadas por los organismos de los Estados Unidos a partir del 11 de Septiembre. Además queremos ver la justificación del gobierno norteamericano frente al Derecho Internacional Humanitario; de igual modo, saber el Status de las personas denominas como terroristas.

Artículo[editar]

Aunque el personal beligerante islámico catalogado por Los Estados Unidos como terroristas, no tiene un status político y jurídico claro y establecido dentro de los parámetros del tercer convenio de Ginebra relativo a los prisioneros de guerra, considero que el gobierno de Los Estados Unidos, ha violado las reglas del DIH ppuesto que no ha tenido en cuenta el título 1, artículo 5 del III convenio de Ginebra del 12 de Agosto de 1949 “El presente Convenio se aplicará a las personas mencionadas en el artículo 4 a partir del momento en que caigan en poder del enemigo y hasta su liberación y su repatriación definitiva.

Si hay duda por lo que respecta a la pertenencia a una de las categorías enumeradas en el artículo 4 de las personas que hayan cometido un acto de beligerancia y que hayan caído en poder del enemigo, dichas personas se benefician de la protección del presente Convenio, en espera de que un tribunal competente haya determinado su estatuto.” Sin embargo, a pesar de lo establecido por este artículo, el presidente George W Bush, aseveró que el trato que se le daba a los prisioneros terroristas no estaba por fuera de los parámetros del DIH, pues “this government does not torture people”.(The New York Times, October 6, 2007). De manera que, el status adquirido por los prisioneros, sobre todo los que están en Guantánamo, es considerado ilegal, como lo aseveró un portavoz de la Casa Blanca el 7 de Febrero de 2002, al referirse a los detenidos en Guantánamo. La comunidad internacional ha solicitado en repetidas ocasiones, una autorización para verificar las condiciones en las que se encuentran tales prisioneros, pero la respuesta del presidente ha sido ha una negativa contundente en la que pide que se confíe en los procedimientos realizados por la central de inteligencia (CIA).

Esto evidentemente sugiere una cantidad de interrogantes, ya que se sabe que la CIA no es un ejército regular, no es un grupo beligerante, y por lo tanto sus asuntos no están supeditados al DIH. Entre las preguntas planteadas se encuentran algunas como: ¿por qué si bajo las condiciones del DIH se pueden considerar prisioneros de guerra las personas detenidas en Guantánamo, sus familias, por ejemplo, no han sido notificadas del lugar de detención?, ¿Por qué no tienen un abogado que los represente?, ¿bajo que cargos explícitos se encuentran detenidos?, ¿por qué con estos prisioneros en particular, es la CIA la encargada de los procesos de interrogación, y no la justicia civil o militar?. Ninguna de estas inquietudes ha tenido respuesta hasta el momento.

Al parecer, han salido a la luz pública que la CIA, a parte de no tener derecho alguno sobre los prisioneros considerados como terroristas, ha estado abusando de los cautivos mediante torturas y humillaciones prohibidas rotundamente por el artículo 17 de la sección 1, en el título III de la III convención de Ginebra de 1949, que reza: “No se podrá infligir a los prisioneros de guerra tortura física o moral ni presión alguna para obtener datos de la índole que fueren. Los prisioneros que se nieguen a responder no podrán ser amenazados ni insultados ni expuestos a molestias o desventajas de ningún género.” Pero es sorprendente que “la administración de Bush haya establecido un sistema confuso, en el que a la CIA es libre para ir más allá de los límites de la interrogación estricta adoptada por los militares en Septiembre de 2006, en la época inmediatamente posterior al escándalo del prisionero Abu Ghrahib” (latimes.com, Greg Millar and Richard B. Schmitt, October 6 2007) pero Bush se empecina en continuar con los métodos de interrogación que violan el DIH y además se justifica: “You bet we´re going to detain them, and you bet we´re going to question them—because the american people expect us to find out information, actionable intelligence so we can help protect them. That´s our job” (latimes.com, Greg Millar and Richard B. Schmitt, October 6 2007).

El miedo generado a partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001, aparentemente justifica ignorar las disposiciones del DIH en lo referente a los prisioneros de guerra que se encuentran en diferentes cárceles norteamericanas: “the debate over how terrorism suspect should be held and questioned began shortly after the sept 11, 2001 attacks, when the bush administration adopted secret detention and coercive interrogation, both practices the united states have previously denounced when used by other countries. It adopted the new measures without public debated or congressional voted, choosing to rely instead on the confidential legal advice of a handful of appointees.” (Herald Tribune, Scott Shane, David Johnston and James Risen, October 3, 2007). Esto conllevó a que arreciaran los métodos de interrogación de la mano con el miedo a un nuevo ataque y con la consiguiente violación de los tratados internacionales.

Conclusiones[editar]

Noticias[editar]

  • The New York Times, Octubre 13 de 2007

-Lawmakers Rise concerns over call for investigation of C.I.A watchdog´s work.

-Autores: Scott Shane y Mark Mazzetti

http://query.nytimes.com/gst/fullpage.html?res=9A03EED7103FF930A25753C1A9619C8B63


  • The New York Times, Octubre 6 de 2007

-Bush Defends Interrogations, Saying Methods Aren´t Torture.

-Autor: Sheryl Gay Stolberg

http://query.nytimes.com/gst/fullpage.html?res=9500E4DB1F30F935A35753C1A9619C8B63

Alumnos[editar]

  • Yira Aristizábal: yiratsi@hotmail.com
  • César Augusto Rodríguez: augustus299@yahoo.es

Referencias[editar]

  1. [1] Breve introducción al DIH

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