Acceder a información confiable: un desafío compartido

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El presente escrito es un Proyecto de Aprendizaje. Forma parte de la evaluación requerida para la aprobación del taller Recursos de Internet. Apropiación para la enseñanza, dictado en el marco de la carrera de Especialización en Educación a Distancia de la Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad Nacional del Comahue, Argentina. Se trata de una reconstrucción que integra bibliografía propuesta por el profesor a cargo (detallada a pie de página) con planteos provenientes del campo de la investigación sobre creencias epistemológicas.

¿Cómo sé que es cierto?

La búsqueda de información constituye uno de los muchos aspectos de la adquisición del conocimiento que se han visto desafiados por la emergencia de las nuevas tecnologías de la información. Si bien son múltiples los factores que pueden considerarse presentes en la problemática en cuestión, el presente escrito pretende desarrollar, sin ánimo de exhaustividad, la perspectiva de los profesionales de las ciencias de la información. Para ello se toma como fuente el artículo Evaluación de fuentes de información en Internet: Criterios de Calidad[1], que los autores presentan como comunicación parcial de un trabajo de investigación que vienen desarrollando sobre el tema. Se concluye el escrito formulando una inquietud educativa apoyada sobre un planteo de la investigación psicológica que confluye en el interés por el análisis de las fuentes de la información.

La perspectiva de los profesionales de las ciencias de la información[editar]

Como señala Moreno,[2] los grandes cambios en la humanidad, las verdaderas revoluciones, han sido revoluciones informáticas. En efecto, al ir cambiando las tecnologías con que los hombres registran y trasmiten la experiencia vivida, se fue modificando la acumulación y la distribución de aquello que se registra. El descubrimiento e implementación de distintos sistemas de registro de la información que el hombre ha creado, a la vez, se ha asociado a distintas prácticas de trasmisión con consiguientes efectos importantes en la construcción de la subjetividad. Llegados a hoy, la tecnología derivó en la creación de Internet, que representa una nueva revolución en los métodos para generar, almacenar, procesar y trasmitir la información. Consecuentemente, en la actualidad el tema del acceso a la información se torna una llave fundamental tanto para las posibilidades de una distribución social equitativa del saber acumulado, como para la producción misma del conocimiento.

Según la argumentación del texto seleccionado, el panorama que enfrenta hoy la búsqueda de la información encuentra: a) a los documentos creciendo en variedad y número; b) al formato impreso, imperante hasta hace poco, virando hacia el soporte electrónico; c) a la tipología de las fuentes de la información abriéndose en un espectro amplísimo, y d) a los datos representando la materia prima de un proceso intelectual y social vivo. De cara a este panorama tan diverso y flexible, es innegable que el campo de las ciencias de la información necesita desarrollar muchos tipos de control y de modelos que permitan almacenar, recuperar y articular la información para favorecer un uso de calidad de la tecnología contemporánea.

Por todo ello, la calidad del trabajo de los profesionales del área es una nota distintiva que se puede ver expresada en:

  • Calidad en la presentación de las fuentes de información, evitando errores en la elaboración de las páginas web (para una revisión de los más frecuentes, el texto citado remite a: Top 10 Mistakes in Web Designttp://www.useit.com/alertbox/9605.html)
  • Calidad en los contenidos de las fuentes de información, atendiendo a la autoridad, actualidad y precisión en la información presentada.
  • Explicitación de servicios y recursos para analizar la calidad de las fuentes, en general coincidentes con los criterios aceptados en la literatura para las fuentes impresas.
  • Explicitación de criterios para evaluar las fuentes de información, de modo que provean al usuario claves para identificar la legitimidad de la información presentada: informaciones de identificación, consistencia, confiabilidad y adecuación de la fuente, enlaces, facilidades de uso, restricciones observadas y soportes al usuario.

Los parámetros mencionados arriba representan una forma de aminorar las dudas acerca de la confiabilidad y legitimación de las informaciones circulantes y de la autoridad de quienes las han generado. Los autores concluyen señalando que los criterios presentados tienen el mismo carácter dinámico, fluido y flexible de la tecnología que les ha dado origen y por tanto su elaboración conlleva la exigencia de ser permanentemente revisada.

Más allá de los profesionales de la información[editar]

Para concluir, es interesante subrayar que existe un punto de cierto optimismo en el planteo de los autores, probablemente asociado a un sesgo profesional de su campo de trabajo. Se manifiesta en la frase “Alguien que pase cierto tiempo “navegando” en la web acaba por encontrar “lo bueno, lo malo y lo feo”, porque, debido a la apertura del sistema, cualquier persona puede colocar cualquier tipo de información en Internet” (pág. 36). Sin embargo, desde el campo de la investigación vinculado a lo que se denomina tradicionalmente epistemologías personales o creencias epistemológicas[3], existe evidencia consistente de que, para que las personas sean capaces de evaluar el conocimiento con el nivel de sofisticación cognitiva involucrado en dicha frase, es necesaria alguna intervención educativa intencional. El simple desarrollo espontáneo no garantiza que se evolucione progresivamente en la concepción sobre la naturaleza del conocimiento y sus fuentes de adquisición requerida para ponderar la calidad de la información.

Paradójicamente, esto resulta una exigencia inherente a la vida contemporánea. Rainer Bromme,[4] un investigador del campo mencionado, plantea que las personas se ven cada vez más requeridas a tomar decisiones que afectan su vida cotidiana basándose en conocimientos a los que consideran valederos y que provienen de otros a quienes se atribuye experticia y especialización. El ejemplo más claro se ve en al campo de la salud. Por lo tanto, más allá de la responsabilidad que cabe a los profesionales de las ciencias de la información, la búsqueda de información y su validación es una estrategia requerida a los actores de cualquier proceso educativo y una responsabilidad compartida con quienes se desempeñan en el ámbito de la enseñanza.

Notas y referencias[editar]

  1. Tomaél, M.I., Catarino, M.E., Pomim Valentim, M.L., de Almeida Júnior, O.F. y da Silva, T.E. (2001) Ciencias de la Información Vol 32, No.2
  2. Moreno, J. (2010) Ser Humano: La inconsistencia, los vínculos, la crianza. Buenos Aires. (3a. ed.) Editorial Letra Viva
  3. Kuhn, D. & Weinstock, M. (2002) What is epistemological thinking and why does it matter? En: B.K. Hofer & P.R. Pintrich (Eds.) Personal Epistemolgy. The psychology of beliefs about knowledge and knowing. (pp 121-144) Mahwah. New Jersey. LEA
  4. Bromme, R., Kienhues, D. & Porsch, T. (2010): Who knows what and who can we believe? Epistemological beliefs are beliefs about knowledge (mostly) to be attained from others. En Lisa D. Bendixen and Florian C. Feucht (comp) Personal Epistemology in the Classroom: Theory, Research, and Implications for Practice